Baranenkov, Demidovich y otros

Esta mañana hojeaba un libro excelente, Problemas y Ejercicios de Análisis Matemático (de  G. Baranenkov et al, revisado por B. Demidovich), una delicia para todos aquellos que disfruten con las matemáticas, y particularmente, con el cálculo.  Conservo la edición de mi padre, de Editorial MIR, Moscú, 1977. Recuerdo que en la universidad, en Matemáticas II, alguien le preguntó al profesor si recomendaba ese libro para el parcial que en algún momento correspondía. El “texto oficial” del curso era Cálculo Diferencial e Integral de Ayres Jr. y  Mendelson, y el profesor garantizaba que la práctica con ese texto resultaba suficiente para aprobar el parcial. Ante la pregunta relativa al libro de los rusos, el profesor respondió que resolver los ejercicios del Demidovich[ref]He aquí una reseña biográfica del matemático bielorruso Boris Pavlovich Demidovich. Nació en 1906, y falleció en 1977, el mismo año de publicación de la edición que conservo.[/ref] no sólo garantizaba aprobar el parcial, sino probablemente todas las matemáticas universitarias. No deja de resultar exagerada tal afirmación, y sin embargo, en aquel entonces varios de los ejercicios en dicho libro se mostraban harto complicados. Años después, el libro conserva su magia, como pude constatar hoy. Creo haber visto, recientemente, nuevas ediciones en español. Recomendadísimo.

Max Modem, Kermit y Ōzora Tsubasa


En un episodio de Phineas & Ferb, los chicos inventan a Max Modem, un alter ego musical para su padre Lawrence, propicio para una feroz sátira: Max Modem & The Mainframes se presentan en un concierto que reúne artistas de los 80, y la gente, al ver llegar a Max Modem, comienza a interrogarse y éste quién es? Pero de inmediato surgen algunas voces preguntando si no recuerdan al gran Max Modem, que yo tenía todos sus discos, etcétera, aunque realmente Max Modem no existía, sólo se trataba de una invención de Phineas y Ferb para ese evento muy puntual. Con Max Modem, el show se burla de una conducta propensa al ridículo: usted habla de música con alguien, y por alguna razón, nombra alguna de sus bandas favoritas, digamos, Broken Social Scene. La banda puede resultar casi o totalmente desconocida para su interlocutor. Algunos, no pocos, suponiendo que desconocer esa banda específica los convierte en aborrecibles o indignos de atención, responden con algo como: “Ah, sí, Broken Social Scene. Genios.” (Por cierto, Broken Social Scene sí existe, y sí son geniales). Y así en muchos otros contextos: “Johan Cruyff ha sido uno de los mejores jugadores de la historia”. “¡Sí, por supuesto! ¡Un grande!” (aunque nunca haya visto ni siquiera una foto de Cruyff con el uniforme del Barça o la selección holandesa). “Imagine, de John Lennon, es una de las mejores canciones de la historia.”. “¡Pero claro! ¡Un genio, Lennon!” (aunque realmente no le guste la música de ninguno de los Beatles). Supongo que en el fondo, ser auténtico, oponerse a la tendencia social, implica un gasto energético que resulta preferible evitar con salidas como ésta.


He recordado este episodio por el bombardeo mediático y reciente con motivo del estreno de la película de los Muppets. Muy carismáticos, muy divertidos, muy memorables, y en alguna medida, parte de mi infancia (y el juguete Let’s Rock Elmo tiene una pinta increíble). Para muchos, sin embargo, los Muppets no significan tanto. Muchos niños y adolescentes los conocían muy poco. Sin embargo, los esfuerzos de marketing centrados en los personajes de Jim Henson se incrementaron enormemente a partir de 2004, cuando Disney adquirió gran parte de los derechos sobre los Muppets. Y este año, de repente, escuchas “¡Los Muppets! ¡Geniales! ¡Yo tenía todos los Muppets!”, “Siempre me han gustado los Muppets, recuerdo que…”, “¿Te acuerdas de los Muppets? Lo máximo, hay que ir a ver esa película”. Y de esta forma, el marketing de Disney, una vez más, ha triunfado. Fans de Max Modem por doquier. Parte del marketing pretende preparar a la audiencia, reparar lo que haga falta. Por ejemplo, desde siempre he sabido que el nombre real de la rana verde es Kermit the Frog. De hecho, en la escuela tenía una lonchera de Kermit the Frog (a Dios gracias por permitirme tener lonchera, escuela con lonchera, escuela). Pero para mucha gente, Kermit era René o Gustavo. Por eso he visto mensajes que tratan de fijar en la audiencia contemporánea el nombre Kermit. Una mercadotecnia muy inteligente, sin duda. En el actual mundo hiperconectado, el sentido común y económico justifican la uniformidad de nomenclaturas.


El caso de Kermit me recuerda al de Ōzora Tsubasa. Antes, resultaba frecuente que el doblaje de las series de televisión, principalmente las infantiles, incluyera cambios en los nombres de personajes (y no tan “antes”: recuerdo el caso más reciente del cambio de nombre de “Kagome” en Inuyasha… siempre me hacía reir lo de “Aome” en la versión para Latinoamérica 😀 ). Yo vi el anime de Captain Tsubasa, con el nombre de Super Campeones, y una cancioncita de apertura bastante pegadiza, en español. Agrego que este manga de Yoichi Takahashi fue, es y será una de mis historias favoritas. De hecho, el juego para NES, Captain Tsubasa 2, es por lejos el videojuego que más horas de mi vida se ha llevado[ref]Seguido muy, muy de cerca por las diversas ediciones del Age of Empires.[/ref]. Total, que Ōzora Tsubasa se llamaba Oliver Atom o algo así, Misaki Tarō era Tom, Kojirō Hyūga era Steve, Wakabayashi Genzō era Benji Price, etcétera… y creo que en Europa los nombres eran otros. Años después, cuando conocí mejor la historia real, sin adaptaciones, me di cuenta de los muchos cambios que habían introducido en la adaptación del anime para Latinoamérica, algunos ciertamente verdaderos disparates, pero acaso más tolerables que el desastre que hicieron en Estados Unidos con Macross. En todo caso, entiendo que muchos de estos shows, provenientes de otros contextos culturales, necesitaban adaptaciones importantes para poder ser presentados a otras audiencias. Eso lo reconozco, lo valoro y lo agradezco.

Total, debería aprovechar el asueto navideño para ponerme a buscar en mi cuaderno de las Tortugas Ninja mi súper password para la final Japón – Brasil de Captain Tsubasa 2 😀

El sufrimiento como opción

Un día, mientras leía el International Herald Tribune tumbado en la habitación de un hotel de París, encontré por casualidad un especial dedicado a los corredores de maratón. En él entrevistaban a un montón de corredores famosos y, entre otras cosas, les preguntaban qué clase de mantras recitaban en el interior de sus mentes para conseguir autoestimularse durante la carrera. Era muy interesante. Cuando lo leí, quedé admirado al comprobar las cosas tan diversas que la gente pensaba para poder correr aquellos 42,195 kilómetros. Así de terriblemente despiadado era el maratón: un deporte imposible de practicar si uno no se recitaba mantras a sí mismo o hacía algo por el estilo.

Había un corredor que decía que, ya desde que empezaba a correr, y luego durante toda la carrera, no hacía más que rumiar para sus adentros una frase que le había enseñado su hermano, que también era corredor: Pain is inevitable. Suffering is optional, el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional, depende de uno. Por ejemplo, cuando una persona que está corriendo piensa: «Uf, qué duro, no puedo más», lo de la dureza es un hecho inevitable, pero lo de poder o no poder más, eso queda ya al arbitrio del interesado. Creo que estas palabras resumen de manera clara y concisa lo más importante de un maratón.

Haruki Murakami (Párrafos tomados del prefacio en “De qué hablo cuando hablo de correr”).

The Paradox of Digital Communication

The heavy use of digital technology trains society to have less patience for the particular skills, pace, and sensitivities of face-to-face interaction. “We become used to the volume and velocity of the digital medium,” explains Turkle. “We adapt to it and, over time, become more comfortable with its simplifications.” The upshot? “People complain that they are too busy communicating to think, too busy communicating to create, and, in a final paradox, too busy communicating to fully connect with the people who matter. We are in continual contact but are alone together.”

from “Living in a Digital World”, by Samuel Greengard (Communications of the ACM, October 2011)


Note: Boldface highlighting is mine.

What else but fiction

You go to the theatre not for instruction or correction, but for relaxation and amusement. Now, what amuses you most is not truth but fiction. To represent what is before your very eyes every day is not the way to please you; but what does not come to you in your usual life, the extraordinary, the romantic, that is what charms you. That is what one is eager to offer you…

Eugene Scribe (Statement to the Académie Française on occasion of his admission, by 1836.)

Love Compared

Poema de Nizar Qabbani (Damasco, 1923 – Londres, 1998)

 

I do not resemble your other lovers, my lady
should another give you a cloud
I give you rain
Should he give you a lantern, I
will give you the moon
Should he give you a branch
I will give you the trees
And if another gives you a ship
I shall give you the journey.


Note: Translation by Lena Jayyusi and Christopher Middleton.

Good Things

Hacia el final de 2010 elaboré una lista con los discos que habían capturado mi predilección durante ese año. Obviamente, mi subjetivísima selección partió de los discos con los que pude toparme el año pasado. El gusto, esa arcilla tan maleable, me haría hoy reordenar los elementos de esa lista. De todos modos, no es el propósito de esta entrada discutir los cambios en mi apreciación. Es sólo que este año escuché un disco excelente, publicado en Septiembre de 2010. Si lo hubiese encontrado antes, con seguridad habría estado en la lista de Favoritos de 2010. Se trata de Good Things, segundo álbum de estudio del cantante Aloe Blacc.

He escuchado comparaciones de este disco con la música de Sam Cooke, Bill Withers, Marvin Gaye… Personalmente, encuentro de poco provecho las comparaciones de este tipo. Me limito a recomendar mucho este disco, especialmente si le gusta el soul. Mis temas favoritos: Femme Fatale (gran cover), I need a dollar y Loving you is killing me. Pero todos los temas son muy buenos.