More on Backwards Compatibility

Esta entrada pretende complementar la broma sobre Backwards Compatibility. Comenzamos. En mi Biblia de cabecera, una Biblia Devocional de Estudio editada por La Liga Bíblica, se presenta el Santo Evangelio según San Mateo como un vínculo entre el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. Señala, literalmente: “Podemos decir, entonces, que el primer libro del Nuevo Testamento se presenta ante nosotros como el evangelio que vincula cosas, que sirve de eslabón entre lo antiguo y lo nuevo”. Indica también que es San Mateo el evangelista que más referencia al Antiguo Testamento: “Para que se cumpliera lo dicho por los profetas”. Y además, siempre en la Biblia Devocional, el comentario sobre Mateo 4:17 comienza con: “Mateo escribió principalmente para lectores judíos”.

El énfasis del evangelio según San Mateo en ese vínculo entre lo antiguo y lo nuevo constituye tema de estudio en Teología. Ver, por ejemplo: “Law and Prophecy in Matthew’s Gospel: The Authority and Use of the Old Testament in the Gospel of St. Matthew”, por R. S. McConnell (Friedrich Reinhardt Kornmissionsverlag, Basel, 1969. Fr./ DM. 16.80.). De la entrada Gospel of Matthew en la Wikipedia destaco:

“Most commentators seem to agree that Matthew, alone among the gospels, alternates five blocks of narrative with five of discourse, marking each off with the phrase “When Jesus had finished… Some scholars see in this five-part layout a deliberate plan to create a parallel to the first five books of the Old Testament…”

y

“The Gospel of Matthew begins with the words “The Book of Genealogy [in Greek, “Genesis”] of Jesus Christ”, deliberately echoing the first words of the Old Testament in Greek.”

En resumen, el evangelio según San Mateo, como ningún otro, presenta el enlace entre el Antiguo Testamento y la vida y obra del Mesías. La estructura del texto, los recursos literarios (como el comienzo basado en las primeras palabras en griego del Antiguo Testamento) y las referencias, respaldan esta observación.

Ahora el otro asunto: Backwards compatibility, Retrocompatibilidad, o Compatibilidad Progresiva. Este término, en computación, es la facultad de algunas aplicaciones para procesar datos generados con versiones anteriores (por ejemplo, una nueva versión de Microsoft Word es capaz de abrir documentos creados con una versión anterior). En este mismo sentido, cuando una nueva versión de un sistema operativo (como Microsoft Windows 8) ofrece “Backwards compatibility” significa que es capaz de ejecutar programas creados para versiones previas del sistema (como Windows 7). El tema es pertinente en estos días, porque ha salido al mercado la nueva versión de Windows, Windows 8, y Microsoft ha dicho que podrá ejecutar aplicaciones de la versión previa, Windows 7 (aunque imagino que no todas). Por tanto, Windows 8 ofrece algún grado de retrocompatibilidad.

La retrocompatibilidad resulta muy importante desde el punto de vista económico, porque promueve la adopción (es decir, ventas) de la nueva versión del software. Es mucho más probable que un usuario compre la nueva versión de un programa si sabe que sus aplicaciones y datos generados con una versión previa seguirán funcionando en la nueva versión.

Listo. Creo que lo anterior proporciona fundamento suficiente para comprender la broma 🙂

Cui bono?

BORGES: «Una frase de Padre: “Si somos inmortales ya tendremos tiempo de hablar de todas esas cosas (existencia de Dios, etcétera)”. El Dios que condena a quien no cree en él, corresponde a una idea miserable de Dios. Aristóteles decía: “Yo prefiero que la gente crea que no he existido a que crea que fui un malvado”. Dios no pensaba así. Si te dicen: “Alguien en San Luis no cree que usted exista”. Bueno, ¿y qué? ¿Qué saca Dios de que nosotros tengamos o no fe en él? Cui bono?»

Parte de la entrada correspondiente al martes 23 de julio de 1968 en el libro “Borges” de Adolfo Bioy Casares.