Llegan lejanas, tristes campanas

…diciendo el día va a comenzar
el sol se expande, vuela una garza
ya la montaña es un madrigal
mansa la oveja, camina y pasta
junto al arroyo, te he de esperar.

Brillan ríos y cabañas
que la mañana tiñendo va
y en el rumor del agua
se mezcla el canto del manantial.

Ya en la mañana, canta el arroyo
nuestra canción de amor,
pero no estaba mi dulce niña
y el viento se la llevó.

Fragmento del tema “Amanecer y la espera” de Leonardo Favio (Luján de Cuyo, 1938 – Buenos Aires, 2012).