Esperado Regreso

Al fin, luego de tantos meses de ausencia, la lluvia ha regresado. Una débil premonición en los nubarrones vespertinos, reforzada por el desespero nocturno de los bachacos. Una esperanza más cierta con las primeras gotas de la madrugada, y finalmente, a las 7, el regreso vehemente, ruidoso, húmedo. La lluvia como una vindicación de los varios caídos durante esta inclemente temporada de sequía: por ejemplo, el viejo y dulce naranjo que alegró muchas de nuestras mañanas ha quedado reducido a alimento para el fuego. Pero ésta, como toda lluvia buena, contiene un mensaje de renovación. En los próximos días, con cada reconfirmación de su llegada, aprovecharemos para plantar nuevos naranjos, nuevas conexiones con los frutos benditos de la tierra. El calor se dispersa, uno siente ganas de escribir, y el jazz vuelve a asomar acompañado por el ritmo feliz e inesperado de las nuevas goteras en el techo 🙂

Noël

"L'Adoration des bergers" de Gerrit van Honthorst
“L’Adoration des bergers” de Gerrit van Honthorst

Le ciel est noir, la terre est blanche;
-Cloches, carillonnez gaîment! –
Jésus est né; -la Vierge penche
Sur lui son visage charmant.

Pas de courtines festonnées
Pour préserver l’enfant du froid;
Rien que les toiles d’araignées
Qui pendent des poutres du toit.

Il tremble sur la paille fraîche,
Ce cher petit enfant Jésus,
Et pour l’échauffer dans sa crèche
L’âne et le boeuf soufflent dessus.

La neige au chaume coud ses franges,
Mais sur le toit s’ouvre le ciel
Et, tout en blanc, le choeur des anges
Chante aux bergers: “Noël! Noël!”

Note: Ce beau poème, Noël, est de Théophile Gautier (Tarbes, 1811 – Neuilly-sur-Seine, 1872), et le tableau, “L’Adoration des bergers”, est de Gerrit van Honthorst (Utrech, 1590 – Utrech, 1656). Malheureusement, le tableau fut irrémédiablement détruit pendant les attentats mafieux du 25 mai 1993.

Las cadenas con gusto

Qué sensación tan extraña, ese placer de razonar en abstracto, de romper y armar la realidad a fuerza de números, reglas y excepciones. Cuando el trabajo es un gusto, un deleite, una obsesión. Finalmente, el proyecto está concluido. Otro desafío vendrá, muy pronto. Y asombra (asusta) descubrir que el tiempo se ha distorsionado: los amigos ya no viven donde vivían, no trabajan donde trabajaban, no te recuerdan con la nitidez de otrora… hay grietas de vejez en el arbusto de albahaca que recién ayer era joven. Es el tiempo, al que no le importan tus pasiones humanas. Recuerda siempre que toda gran ambición implica sacrificios aún mayores.

And yet after the rain

Después de la lluvia, la tarde dispersa los efluvios de la albahaca y la menta, y el último sol inicia su tímido repliegue entre los nubarrones. Las pisadas son firmes, porque el agua aún corre sobre la tierra y las hojas. El triunfo de la naturaleza y su ciclo, las sensaciones renovadas. En una tarde perfecta, llena de aromas, frescura, y recuerdos infantiles, podríamos acompañar el canto de los grillos y la brisa con el bueno de Coltrane interpretando After the rain.

La Rentrée

Encore, les jardins et les sentiers des vacances et le goût du sel sur la langue du soleil. Encore, en recevant l’accueil cordial d’une connue chaleur, d’une habituelle brise, devient un chemin empierré menant à des boîtes, des rythmes, des voix souriantes.

Une grande rentrée.

Nadie acabará con los libros

Lo que nos da internet es, en efecto, una información en bruto, sin distinción alguna, o casi, sin control de las fuentes ni de su jerarquización. Ahora bien, todos necesitamos no solo verificar sino también dar sentido, es decir, ordenar, colocar nuestro saber en un punto determinado del discurso. ¿Y según qué criterios? Nuestros libros de historia, ya lo hemos dicho, a menudo se han escrito a partir de preferencias nacionalistas, de influjos a veces pasajeros, de elecciones ideológicas que se dejaban apreciar aquí o allá. Ninguna historia de la Revolución francesa es inocente. Danton es una gran figura para los historiadores franceses del siglo XIX; por doquier se le dedican grandes estatuas. Luego cae en desgracia, acusado de corrupción y Robespierre, el incorruptible, sostenido por historiadores marxistas como Albert Matthiez, vuelve a estar en auge. Consigue que le dediquen alguna que otra calle en los barrios periféricos comunistas, e incluso una estación de metro en Montreuil-sous-Bois. ¿Mañana a quién le tocará, ¿qué pasará? No lo sabemos. Necesitamos, por lo tanto, de un punto de vista, o por lo menos de algunas marcas, para acercarnos a este océano tumultuoso del saber.

Jean-Claude Carrière respondiendo en el capítulo La venganza de los filtrados.

 


Nota: Un libro magnífico, de ésos cuya lectura me cuesta suspender. Básicamente es una transcripción de charlas entre Jean-Claude Carrière y Umberto Eco. Además de los comentarios mordaces, contiene multitud de referencias a libros, pinturas, películas. La edición incluye unas fotografías excelentes. Recomendado para todos los amantes de los libros.

Más sobre Milonga para una niña

En la entrada Milonga para una niña la señorita Jessica (una mujer que es compendio de inteligencia y buen gusto), escribió un comentario que me ha agradado, y que también me ha parecido digno de metamorfosear en una entrada, para preservarlo, para aumentar la probabilidad de que lo lean. Dice:

Milonga para una niña va más allá de un hermoso tema. Es una de esas historias que inundan a los adentros de quien las lee. Una mezcla de ternura y realidad. Un sentimiento palpable, una canción que se abraza. En casa tengo un libro que se llama La memoria profunda – son textos y reportajes por Raúl Lamarque, Saúl Ibargoyen y Jorge Miglionico – y en el, Zitarrosa dice lo siguiente sobre esta canción:

“Es una milonga que yo hice pensando en dos o tres mujeres, no porque hayan sido mujeres mías sino porque se presentaban como dos o tres imágenes arquetípicas del amor.
¿Cómo se integran esos arquetipos?
Pues cuando surge algún tema de carácter amoroso, amatorio, erótico, siempre debe buscarse más de una mujer. Es una flor para adentro. Con varias se cristaliza una o de una se desprenden varias… Puede ser todo eso… El amor es un ojo que te mira, y te ama, pero cuando le empiezan a pasar unas luces y ese ojo comienza a pensar, también empieza el miedo… amor de duro diente, hasta el hueso.

En función de tanto y tanto amor… según el tiempo, se va completando la concepción del amor; luego de haber amado tantas y tantas cosas, desde un libro hasta un perro, desde una mujer hasta un niño, desde un amigo hasta un enemigo incluso —aunque aquí no sea amor sino afección—. Y todo eso vuelve más complejo el asunto del amor. ¿Qué es? La donación de si mismo que entraña el acto de amar, así se trate de una pequeña parte de tu ser, la solidaridad, el auxilio económico, la pasión como pasión sexual… Claro que hay en el amor una capacidad de fuga, de ser fluyente hacia el futuro, y el goce está en seguirlo hacia donde vaya, con el riesgo de que en ese fluir sea el propio amor el que se nos quede por el camino…”

Un genio, verdad?
Cuando leí este post me dio ganas de compartir el fragmento. Espero que te guste.
Saludos desde el sur.

Sí, es un genio. Y sí, me gustó mucho. Gracias. Caramba, se queda uno felizmente sin palabras ante tanta elocuencia, ante el intimismo de la composición. ¡Cómo habla el poeta, diciéndolo todo! Y leyéndolo, uno descubre los propios sentimientos y puede atreverse a darles un nombre, a quizás aventurar una explicación. Magistral. Gracias, Jessica. Saludos desde el norte del sur.

Mejor no lea

Mil ríos con sus respectivos amantes

Había comentado en Buscando detectives que en una librería me consiguieron un volumen con los poemas de Alejandra Pizarnik. Hoy fui a buscarlo. El volumen ofrece lo que promete, y me satisface. La poesía de Pizarnik es un embrujo, y celebro haber regresado a casa con este libro. Incluye, por supuesto, el maravilloso Caminos del espejo. Un placer.

Otra cosa, sin embargo, es el precio de los libros en Venezuela. Me parecen precios de escándalo, cercanos al robo. Estos días he comentado, he preguntado sobre el futuro de los libros, del libro como lo conocemos, con sus hojas al viento y su presencia en el estante. Puede que algún día elabore más mis ideas sobre este tema. Hay que hablar de Kindle, de Nook, de editoriales, de distribución, de acceso, etcétera. Pero podríamos preguntarnos ya: ¿no es mejor buscar un libro en Internet (e imprimirlo si hace falta) en vez de ir a que nos roben en una librería? Leer, en Venezuela, al estilo tradicional digamos, se está volviendo casi un lujo. Y mejor no pregunte por los precios de los libros técnicos. Mejor, quizás, mejor no lea.