Canción de Sergio Stepansky

Poema de León de Greiff (Medellín, 1895 – Bogotá, 1976)

En el recodo de todo camino
la vida me depare el bravo amor:
y un vaso de aguardiente, ajenjo o vino,
de arak o vodka o kirsh, o de ginebra;
un verso libre —audaz como el azor—,
una canción, un perfume calino,
un grifo, un gerifalte, un búho, una culebra…
(¡y el bravo amor, el bravo amor, el bravo amor!)
En el recodo de cada calleja
la vida me depare el raro albur:
—con el tabardo roto, con la cachimba vieja
y el chambergo agorero y el buido reojo,
vagar so la alta noche de enlutecido azur:
murciélago macabro, sortílega corneja,
ambular, divagar, discurrir al ritmo del antojo…
(¡y el raro albur, el raro albur, el raro albur!)

En el recodo de todo sendero
la vida me depare a ésa mujer:
y un horizonte para mi sed de aventurero,
una música honda para surcar sus ondas,
un corto día, un lento amanecer,
un lastrado silencio hosco y austero,
la soledad, de pupilas redondas…
(¡y ésa mujer, ésa mujer, ésa mujer!)

En el recodo de cada vereda
la vida me depare el ebrio azar:
absorto ante el miraje que en mis ojos se enreda
vibre yo —Prometeo de mi tortura pávida—;
ante mis ojos fulvos, fulja el cobre del mar;
¡su canto, en mis oídos mi grito acallar pueda!
y exalte mi delirio su furia fría y ávida…
(¡el ebrio azar, el ebrio azar, el ebrio azar!)

Y en el recodo de todo camino
la vida me depare “un bel morir”:
despéineme un balazo del pecho el vello fino,
destrice un tajo acerbo mi sien osada y frágil:
de mi cansancio el terco ir y venir:
la fábrica de ensueños —tesoro de Aladino—,
mi vida turbia y tarda, mi ilusión tensa y ágil…
(¡un bel morir, un bel morir, un bel morir!)


Nota: Un amable visitante del blog me ha referido a este poema que desconocía, señalando particularmente la presencia de la palabra fulvo en uno de los versos de esta Canción de Sergio Stepansky. Sirva entonces esta entrada como anexo a la entrada Los Leones Fulvos. Y gracias.

I used to know that

Clouds & Calvin's Dad

Just for the record: Light in its natural state is white light, i.e., it comprises the seven wavelengths of the visible spectrum as it moves from infrared to ultraviolet (such wavelengths correspond to colors red, orange, yellow, green, blue, indigo, and violet.) The sky and the clouds act as filters for white light. Regarding the clouds, its water droplets or ice crystals scatter the light uniformly, meaning that light is not separated, remaining white. I used to know that. By the way, a qualifying exam to be a dad would likely amount to human extinction.

Juan era izquierdista

Yo era un nuevo. Apenas mi primer semestre en la facultad. Coincidí con Juan en dos o tres de los primeros cursos. De verbo fácil, Juan era, de acuerdo con su propia presentación, izquierdista. Le gustaba la política, y aunque aún estudiaba materias del primer semestre, no era un nuevo: llevaba un buen tiempo como repitiente. Habitual de la plaza principal del campus, Juan estaba permanentemente rodeado de los típicos guitarristas aspirantes a trovadores, los neo-hippies con rastas, los del club de periodismo social, y por supuesto, los jerarcas de la federación de centros universitarios (he visto con los años que este microcosmos está presente en casi todas las universidades, renovándose cada semestre). Todos se presentaban como izquierdistas, sacaban en la guitarra canciones de protesta, y escribían sobre el padecimiento de las clases oprimidas y abandonadas por la derecha y el capitalismo y etcétera. Ninguno, de los que yo pude conocer, era buen estudiante. Juan, particularmente, no era ni siquiera amigo de la lectura. Hablaba de Lenin y de Mao, y sin embargo, no le importó comentarme una mañana que jamás había leído un libro de o sobre alguno de tales personajes. Me dijo que intentó leer las Cuatro Tesis Filosóficas, pero no pudo pasar de las primeras páginas: le pareció un conocimiento demasiado profundo y él sentía que aún no estaba socialmente preparado para asimilar tanto conocimiento.

Después yo continué por esos mares extravagantes de la educación universitaria, y él visualizaba todo desde su plaza amada. De cuando en cuando nos encontrábamos en los pasillos, sin que Juan, después del saludo, dejara de invitarnos a visitar la federación de centros, que siempre estaba “abierta a todos los estudiantes”. Entre mi segundo y tercer año en la facultad, dejamos de ver a Juan. Algunos decían que se había dedicado a la política de verdad, que pertenecía a algún partido, y que asistía a la universidad muy eventualmente.

Años, muchos años después, comenzando yo a olvidarme de los pasillos de la facultad, me encontré con Juan en un supermercado: él atendía una de las cajas. Se veía cansado, mucho más viejo de lo que realmente era. Nos reconocimos, nos saludamos, y sin dejar de atender su trabajo contó que había conocido a una muchacha en el microcosmos de la plaza universitaria, que se había casado, que tenía un hijo, que no había podido seguir estudiando porque hombre casado no puede luchar por la justicia. Que sí ingresó a un partido político. Pero como no era “uno de los grandes” del partido, no podía formar parte de los buenos negocios. Y con mujer e hijo, él necesitaba dinero. La ideología muy linda, pero ninguna, ni izquierda ni derecha, te da de comer… “a menos que tengas suerte y sepas moverte”. Así que por el momento tenía ese trabajo de cajero, pero seguía buscando algo mejor.

Aunque no se lo pregunté, sospecho que Juan habría dicho que, aún inmerso en aquel ambiente ultra-capitalista del supermercado moderno, continuaba siendo un hombre de izquierda. Sospecho también que aún no se había dedicado a las Cuatro Tesis Filosóficas.

Karigurashi no Arrietty

Otra gran película de Studio Ghibli, Karigurashi no Arrietty (2010), está basada en un libro publicado por primera vez en 1952,  The Borrowers, por Mary Norton. El guión es de Hayao Miyazaki, y la dirección correspondió esta vez al debutante Hiromasa Yonebayashi. La excelencia define todos los valores de producción de esta película.

No he leído el libro The Borrowers, ni he visto ninguna de las otras adaptaciones audiovisuales, así que no puedo comentar sobre la fidelidad de Karigurashi no Arrietty a la historia original. Sin embargo, apenas iniciada esta película, cualquier análisis adicional se torna innecesario frente a su hermosura cromática, sonora e intelectual. Basta con dejarse llevar por la película, y la historia de esta familia diminuta que “toma prestadas” cosas de los humanos, y en específico, de una casa cuya rutina se ve alterada por la llegada de un niño enfermo. Una historia muy familiar, con un precioso mensaje de amistad y valor.

Aquí está, como otra muestra de la belleza de este film, el tema central, Arrietty’s Song, interpretado por la cantante francesa Cécile Corbel:

Una película totalmente recomendada.

La orilla lejana

Celebramos el anuncio de ETA, imperfecto pero esencialmente esperanzador para todos. Lo celebraremos aún más el día que entreguen las armas y los explosivos. Hay un dolor que siempre sentirán los familiares de las víctimas, el País Vasco, España, Francia… por eso tendremos la celebración máxima el día en que éste y todos los grupos terroristas desaparezcan y sean sólo una cicatriz, el recuerdo de alguna pretérita locura y estupidez.

No hay que olvidar que ETA nace en una Francia y España muy violentas, ejemplo enésimo de que la violencia sólo genera más violencia. La violencia es una espiral que termina devorando su propia génesis, hasta sumir en caos total todo lo que alcanza, destruyendo por igual a ejecutores y ejecutados. El final de los Hussein, Bin Laden, Gadafi, etcétera, es otra confirmación del juego macabro y absurdo de la violencia.  El que siembra vientos cosecha tempestades. Por cierto, la cobertura mediática de estos hechos nos revela la barbarie que aún rige a la humanidad, la afición aparentemente irremediable por el morbo.

Tal parece que “el terrorismo” y “la lucha contra el terrorismo” son primos, hermanos o casi lo mismo; la serpiente que se muerde la cola. Afganistán, Irak, Libia, ¿Irán?, ¿Siria?, …  Estados ultra-capitalistas y ultra-derechistas justifican y promueven esta “violencia temporal”, esta agresión a otros estados, como un acto necesario para restaurar o extender la democracia. Qué irónico resulta recordar que fue precisamente Lenin uno de los promotores de esta idea de la “violencia temporal” para establecer el orden. Son más las similitudes que las diferencias entre los de la orilla izquierda y los de la orilla derecha: todos quieren ir a la misma fiesta, la diferencia es el disfraz que se ponen.

Algo sobre esta “expansión de la democracia” (la llamo así para seguir el juego): en el mundo actual ya es completamente imposible vivir aislado. Vivimos bajo una dictadura, no del o de los estados, sino de la interconexión. Prefiero llamarla interconexión y no comunicación, pues la comunicación es un proceso demasiado complejo e inteligente al que no todos tienen acceso. Ninguna nación (principalmente las naciones ricas en recursos como las de Oriente Medio) puede pretender la impermeabilidad de su cultura, de su lenguaje, de sus ritos, de su política, y últimamente, de sus recursos. Ya es imposible.

En relación con Oriente Medio, resulta difícil ser optimista en escenarios donde los triunfos que se celebran los ha concedido la violencia. El optimismo sin razones es sólo estupidez. Pero el pesimismo, con o sin razones, es siempre estupidez. Entonces sólo nos queda esperar, desear que los acontecimientos resulten de la mejor manera para los pueblos afectados. Apelaré a un optimismo de otra y más cierta naturaleza: mi fe en una humanidad más lúcida y amorosa, en un hombre que trascienda la bestia a la que aún estamos encadenados.

Para terminar, y regresando al País Vasco… está jugando mejor el Athletic 😀 Y cuando no juega bien la suerte y el árbitro se ponen de su parte, como ayer, con esos dos penales. Aupa Athletic, excepto cuando juegues contra el Barça 😀

Howl’s Moving Castle

Can you spot Turnip?

Todas las películas de Studio Ghibli me resultan muy recomendables. Ésta, Howl’s Moving Castle, basada en el libro homónimo de Diana Wynne Jones, es toda una delicia sensorial. Miyazaki logra un balance perfecto entre los espacios mágicos y los espacios cotidianos, no-mágicos. Además, el contenido de la película aborda varias ramas filosóficas y plantea preguntas importantes. Para verla una y otra vez.

Entre actores y niños

A medida que el sistema educativo divide el conocimiento de manera artificial en diversos compartimentos-estanco y se aparta de la generalidad del conocimiento, la educación se va haciendo más monótona y se va especializando, hasta que se llega al resbaladizo terreno de las “vocaciones” en las que hay que pensar en carreras, profesiones y oficios. La principal profesión del hombre debe ser la de existir como un ser humano, siendo todas las demás actividades en las que se pueda ver envuelto circunstanciales y accidentales. Cualquier actividad humana sin una amplia base filosófica y científica, resulta ser como dice McLuhan, “una receta infalible para crear disgusto por cualquier tipo de actividad humana, no importa cuán interesante sea”. Las diversas profesiones, carreras y oficios nos hacen desempeñar diversos papeles, como si fuéramos actores, en el teatro de la vida. Cuando un joven elige una carrera se está limitando como ser humano. En relación a esto y citando a Saint-Exupéry, nos dice con gran acierto también McLuhan: “Los adultos no son gente en realidad. Son, como Saint-Exupéry lo dijo tan encantadoramente en El Principito, reyes, generales, hombres de negocios, geógrafos. Dado que están trazados y circunscritos por los papeles que desempeñan, actúan en formas limitadas, repetitivas y son, en palabra de El Principito, ‘ciertamente muy extraños’. Los niños son niños, o sea, gente completa. Si aprendemos bien de ellos tal vez nos ayuden a los maestros, jefes, taquígrafos, doctores, maquinistas, reyes, generales y escritores, a ser gente completa.”

Eduardo Césarman. Hombre y Entropía (1974).

Mas Jesús les dijo: Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo impidáis porque de los que son como éstos es el Reino de los Cielos.

Mateo 19:14